Los delitos informáticos aumentan debido al uso de dispositivos electrónicos
Casi todo lo que nos rodea ya es tecnología: el mundo de los smartphones y los aparatos conectados ha revolucionado la vida y la ha hecho más cómoda y fácil… Pero poder conectar la luz de casa a distancia desde el móvil o llevar la tarjeta de crédito en el teléfono también está asociado a muchos riesgos.
Tan solo hay que darse una vuelta por los juzgados de nuestro país para confirmarlo; son cada vez más los casos en los que es necesaria la intervención de un perito en informática, ya que los delitos que se juzgan están relacionados con la tecnología.
La realización de un análisis forense informático se ha convertido en el pan de cada día de la justicia española. Solo hay que observar las cifras, ya que en 2022 se registraron un total de casi 375 000 ciberdelitos en las fronteras de nuestra nación.
Estas cifras, facilitadas por el Ministerio del Interior, suponen un incremento del 22 % respecto al año anterior, un aumento considerable que se debe, especialmente, a la penetración de la tecnología en todas las capas de la vida.
Usar dispositivos conectados tiene que estar asociado a una mayor formación por parte de la población. Saber diferenciar entre un correo real y uno fraudulento, saber cómo proteger los servicios relacionados con las finanzas, etc., es clave para reducir las posibilidades de verse en uno de estos desagradables escenarios.
El papel de los peritos informáticos en la actualidad
Todo este incremento de actividad ha hecho que una figura como la del perito informático sea más reclamada que nunca. Se han convertido en los profesionales clave para presentar con éxito pruebas digitales.
También resultan esenciales llevar a cabo análisis de dispositivos y determinar si se han borrado voluntariamente las bases de datos, si se ha sacado información de ellos y otros muchos detalles que pueden ser absolutamente relevantes en un juicio.
Como explican los profesionales del sector, «los abogados han encontrado en el perito informático al colaborador ideal en un gran catálogo de casos: amenazas por WhatsApp, robo de credenciales de acceso a la banca online, acoso por Internet…». En el ámbito jurídico son cada vez más los procedimientos que precisan de estos expertos para realizar un análisis forense informático.
Conocimientos legales combinados con especialización informática
Obviamente, cualquier informático no vale para desempeñarse como perito. Estos expertos tienen que tener tantos conocimientos del ámbito legal como del informático.
¿Para qué? «Para saber lo que deben buscar en el análisis de los dispositivos», detallan. La labor de estos profesionales combina TIC y legislación para analizar sistemas informáticos, aparatos de comunicaciones, etc. y con sus certificaciones pueden elaborar informes que sirvan como prueba ante un tribunal de justicia.
El trabajo es muy similar al de un detective, solo que este no persigue a los sospechosos por la calle, sino que revisa correos, direcciones IP, archivos de los sistemas y se entrevista con los responsables de seguridad para reconstruir los hechos y ayudar a los abogados a ganar los casos en favor de sus clientes.